Entra un gallego a un bar con el pie enyesado y el cantinero le pregunta:
-¿Que le ha pasado pobre hombre que tiene el pie así?
Y el gallego responde:
- Pues, jugando al futbol estaba por patear un tiro libre y me cambiaron el balón, me pusieron uno de cemento.
Y el cantinero dice:
-Uuy pobre de usted.
Y el gallego dice:
-No, que pobre de mí. Hubiera visto el que la cabeceó...
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